La mayoría de los ciudadanos asocian el concepto “archivo histórico” a algo parecido a un almacén de pergaminos de inmenso valor documental, pero ajeno a ellos. El Gobierno Vasco nos encargó la tarea de reconvertir este posicionamiento, y trasladar a la ciudadanía una nueva imagen de nuevo Archivo Histórico, más abierta, más cercana al usuario, más moderna, y más funcional.
El reto consistía en traducir al lenguaje ciudadano el discurso institucional que existe detrás de este tipo de proyectos. Y hacerlo de una manera fresca, directa, sencilla, pero a la vez cargada de valor.
En primer lugar teníamos que conceptualizar y diseñar un nuevo discurso de marca. Tras definir estratégicamente los puntos fuertes y los objetivos, comenzamos a aplicar estos conceptos a elementos del hábitat cotidiano del usuario. Creamos una nueva imagen gráfica, un logo acorde a los nuevos códigos. Y nos apoyamos en el espectacular trabajo escénico realizado a nivel arquitectónico para realizar un micro-documental, que habla al ciudadano de la función y forma del nuevo Archivo Histórico a través de un diálogo entre los responsables del proyecto, bajo el título “La arquitectura de la memoria”.
Todo ello fué presentado en sociedad en un evento de inauguración presidido por el Lehendakari Urkullu y la plana mayor del ámbito cultural de nuestro país.